miércoles, 14 de julio de 2010

Sin cerdos y diferentes

Presentado como el más internacional de los actores cubanos, Jorge Perugorría (el Diego de Fresa y Chocolate que codirigieron Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío) confesó en el programa televisivo nacional Con 2 que se quieran; que mientras rodaba aquella cinta futura candidata al Oscar en el apartado de mejor película extranjera, criaba un puerco.
Así mismo: Perugorría, como cualquier cubano común, preparaba el sancocho del animal… Y al día siguiente volvía al set, mientras la maquilladora le llamaba la atención por la suciedad de sus uñas: “No pensaba lo que iba a pasar con la película, estaba resolviendo mi vida”, dijo el que ha vestido personajes en filmes de Colombia, España, Argentina, Brasil...
Tratándose de una estrella del Séptimo Arte, la confesión puede ser parte de las tantas anécdotas curiosas que se añaden a las vidas de los famosos.
Perugorría estaba engordando su puerco.
Era la década de 1990, cuando la crisis que vivió entonces la Isla obligó a subsistir de millonarias maneras. Y los puercos, que otros llaman cerdo o cochino, fueron una de aquellas.
Hasta en apartamentos de las ciudades criaron a los animales como si nada, expandiendo su presencia en La Habana cual mascota trágica dispuesta al sacrificio para el bien familiar.
Así que, del asombro se pasó a lo habitual, con olores y todo.
De tal manera la ciudad sumaba otro ingrediente al realismo mágico de su entorno; fuera en el centro o los barrios de su periferia. Y con los puercos (que no eran margaritas en los balcones) fueron apareciendo otras maneras de vivir, como se pudiera, al margen de lo acostumbrado por las normas.
En mi casa (por suerte con patios) tuvimos dos chivas que, después de aportarnos los litros de leche fresca que pudieron, terminaron en las cazuelas…
Supongo que las autoridades debieron intervenir e influir, porque con el tiempo desaparecieron aquellos cerdos del doquier, como llegaron: de a poco; pero también porque la vida cambió y la economía aportó un guiño al respiro de los comunes de a pie, permitiendo degustar de vez en vez el animal en las formas culinarias criollas; sin tener que dedicarle horas a su crianza-obligatoria-particular.
Hace tiempo Perugorría dejó de vivir en aquel barrio donde crió su puerco en la época de Fresa y Chocolate: se convirtió realmente en el actor cubano contemporáneo más internacional, para irse con su familia a un poblado costero de la misma capital; al tiempo que otros aires soplaron sobre La Habana, re-aprendiendo a vivir por cuenta de estos nuevos tiempos.

martes, 13 de julio de 2010

Primera jornada

...Ya que comienza el tiempo de vivir esta aventura, me convoco a desentrañar los vericuetos y permitirme vislumbrar el entorno; así que mientras me invito a seguir, decidiéndome, espero encontrar a otros dispuestos a descubrir cuanto me motiva a encontrar; con quienes compartir mi alrededor: sus imágenes, espacios, personajes y testimonios. Eso y más, entre las palabras estas, otras que serán siempre nuevas y la persistencia en vivir lo que somos, siendo parte de este tiempo: el presente, en días de Cuba.